Muchas veces es difícil dar con la ubicación exacta de los nidos, ya que la gran mayoría de ellos se encuentran bajo tierra y muy bien encubiertos. Como referencia, es importante saber que, en general, las chaqueta amarilla no se alejan más allá de 150 metros del nido. Una de las dificultades es que estos pueden llegar a tener grandes proporciones, siendo muy difícil acceder con los insecticidas a las cámaras más profundas donde se aloja la reina y las formas más juveniles (a partir de la tercera cámara hacia abajo).

Los nidos subterráneos que sean ubicados durante el día, deben ser tratados o destruidos durante la noche (las avispas se encuentran resguardadas y son menos agresivas). Resulta práctico ayudarse con la linterna tapando el foco con papel de celofán; en general que la luz no sea directa para no agitarlas.

Posteriormente se pueden realizar las siguientes prácticas:

- Bloquear la entrada del túnel con una vasija transparente invertida. Se tapa con tierra o género por alrededor. Las avispascomo continúan viendo la luz

del día en la salida, no cavarán una nueva vía de evacuación, muriendo de inanición en pocas semanas.

- Otra opción es introducir piedras de carburo y sellar la entrada con barro en forma abundante. La formación de gas mata finalmente a las avispas.

Para los nidos aéreos de más fácil acceso, se recomienda muy temprano en la mañana o durante el atardecer, fumigarlos directamente, remojándolos bien con insecticidas como piretroides. Otra alternativa es cubrir la totalidad del nido con una bolsa plástica grande y gruesa (durante la noche). Se golpea con una vara para desprenderla y posteriormente se sella bien la bolsa y se expone al sol directo. Las avispas mueren producto del calor.

Conociendo el ciclo de vida de la avispa es posible plantearse el siguiente esquema de control:

Primavera: Trampas de captura y aplicación de aerosoles para el control de reinas juveniles.

Primavera - Verano: Uso de cebos tóxicos proteicos para intentar disminuir al máximo la propagación de la colmena y la producción de machos y reinas nuevas.

Otoño: Destrucción de nidos y aplicación de insecticidas al interior, para evitar el máximo de ejemplares reinas que logren ser fecundadas.